Hipersomnia: Tener la necesidad de dormir a pesar de hacerlo
Algunas veces podemos dormir mucho debido a que estamos cansados o no estamos bien, y algunas personas pueden dormir más que otras. Sin embargo, cuando se duerme excesivamente sin causa aparente, puede tratarse de hipersomnia.
Desde Vital Seguro os contamos en qué consiste, sus causas, síntomas y efectos, diagnóstico, tratamiento y si se puede prevenir.
¿Qué es la hipersomnia?
Se trata de un trastorno del sueño caracterizado por una excesiva somnolencia diurna, a pesar de haber dormido lo suficiente durante la noche. Las personas que la sufren pueden sentir una necesidad abrumadora de dormir durante el día, incluso después de haber dormido durante horas en la noche anterior.
El término «hipersomnia» proviene del griego «hyper», que significa excesivo, y «somnia», que significa sueño. Por lo tanto, el término se refiere a una cantidad excesiva de sueño durante el día, lo que es característico de este trastorno.
Causas de la hipersomnia
Este problema puede tener diferentes causas. Entre las causas médicas se encuentran la apnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas, el hipotiroidismo y la enfermedad de Parkinson. Algunos medicamentos también pueden causar somnolencia diurna excesiva.
Entre los factores de riesgo se incluyen tener antecedentes familiares de trastornos del sueño, tener sobrepeso u obesidad, tener una lesión cerebral, y sufrir ciertos trastornos psiquiátricos como la depresión y el trastorno bipolar.
Síntomas y efectos de la hipersomnia
Los síntomas principales incluyen somnolencia diurna excesiva, dificultad para despertar, necesidad de dormir durante el día, sueño no reparador y problemas de concentración.
Esta condición puede afectar negativamente la calidad de vida de una persona, su rendimiento laboral y sus relaciones personales. También puede aumentar el riesgo de accidentes y lesiones debido a la somnolencia.
Diagnóstico y tratamiento de la hipersomnia
El diagnóstico se efectúa a través de una evaluación médica detallada que incluye un historial médico completo, un examen físico y pruebas de sueño. Las pruebas de sueño pueden incluir una polisomnografía, que mide la actividad cerebral, la respiración y la actividad muscular durante el sueño, y una prueba de latencias múltiples del sueño, que mide el tiempo que tarda una persona en quedarse dormida durante el día.
El tratamiento, por otro lado, depende de la causa subyacente y puede incluir cambios en el estilo de vida, terapia conductual, medicamentos y/o tratamiento de trastornos psiquiátricos.
Los cambios en el estilo de vida pueden incluir mejorar la higiene del sueño, establecer una rutina de sueño regular y reducir el consumo de alcohol y cafeína. La terapia conductual puede ayudar a las personas a modificar sus patrones de sueño y a desarrollar hábitos más saludables.
Los medicamentos que se utilizan para tratarla incluyen estimulantes y modafinilo, que es un medicamento que ayuda a mantener el estado de alerta.
Prevención de la hipersomnia
Puede ser prevenida en algunos casos mediante la adopción de hábitos saludables de sueño, como dormir lo suficiente por la noche, mantener una rutina regular de sueño, reducir el consumo de alcohol y cafeína y evitar la toma de medicamentos que pueden causar somnolencia. También es importante tratar cualquier trastorno médico o psiquiátrico subyacente que pueda estar causándola.
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