
Rosácea: ¿Qué es?
Con la llegada del frío y el tiempo adverso, una de las zonas de nuestro cuerpo que más sufren es la piel, en concreto la más expuesta, la de la cara. Esto puede generar o hacer que reaparezcan problemas cutáneos como la rosácea.
Desde Vital Seguro os contamos en qué consiste, sus causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento.
¿Qué es la rosácea y cuáles son sus causas y factores de riesgo?
Se trata de una afección cutánea que produce, como su nombre indica, rubor, enrojecimiento o vasos sanguíneos visibles en la piel.
Los brotes de rosácea pueden aparecer y desaparecer y suele confundirse con otros problemas cutáneos, como el acné.
Aunque su origen es desconocido, se sospecha de un sistema inmunitario hiperactivo, de factores hereditarios o de hipersensibilidad a factores del entorno, o internos. Algunos de ellos son:
-Consumo de alimentos picantes o calientes, así como bebidas calientes o alcohol.
-Temperaturas extremas.
-Exposición al sol o al viento.
-Emociones como el estrés.
-Realización de esfuerzos o ejercicio físico.
-Toma de fármacos con efectos vasodilatadores.
-Algunos productos de higiene o cosmética.
Asimismo, aunque cualquier persona puede padecer rosácea, existen una serie de factores de riesgo, tales como:
-Ser mujer.
-Edad superior a los 30 años.
-Ser fumador.
-Tener la piel sensible.
-Antecedentes familiares.
Síntomas de la rosácea
Los síntomas principales de esta afección son:
-Rubor o enrojecimiento facial persistente, en la mayoría de los casos, en la parte central de la cara, que incumbe a la nariz, mejillas y labios.
-Venas visibles (arañas vasculares) que se ven al romperse.
-Protuberancias hinchadas que pueden contener pus.
-Sensación de ardor, sensibilidad y calor.
-Problemas oculares como ojos y párpados secos, hinchados e irritados (rosácea ocular). Pueden preceder a los síntomas cutáneos.
-Engrosamiento de la piel de la nariz, haciendo que esta se vea más bulbosa (rinofima). Esto sucede más en los hombres.
Diagnóstico y tratamiento de la rosácea
No existe una prueba en específico para diagnosticar la rosácea. Su diagnóstico se lleva a cabo valorando los síntomas y realizando una exploración física.
Pueden hacerse pruebas para descartar otras afecciones como el lupus o la psoriasis.
Asimismo, no existe una cura para la rosácea, por lo que el tratamiento estará destinado a controlar los síntomas y su gravedad, así como prevenir los brotes.
Se valorará la combinación de un buen cuidado de la piel, buenos hábitos y toma de ciertos fármacos.
En los últimos años, se han desarrollado medicamentos nuevos para abordar la rosácea. Algunos de los fármacos utilizados para ello son:
-Medicamentos tópicos para mejorar el rubor.
-Antibióticos orales y antiacnéicos en caso de que existan protuberancias en la piel.
Para abordar las venas visibles de la cara se puede recurrir al uso de terapia con láser.
Sin embargo, este tratamiento suele ser considerado de tipo cosmético y no se suele incluir en las pólizas de salud.
Finalmente, es fundamental tener unos buenos hábitos de vida y de cuidado de la piel, tales como:
-Evitar en la medida de lo posible los factores que pueden desencadenar los brotes.
-Usar protector solar.
-Proteger la piel del frío, el sol y el viento.
-No tocar ni frotar la cara.
-Lavar la cara con productos sin perfume ni irritantes, como el alcohol. Optar por una loción limpiadora hidratante.
El seguro médico de Vital Seguro cuenta con la cobertura de dermatología. Asimismo, dispone de amplios servicios médicos y el mejor cuadro clínico entre el cual elegir.
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