Síndrome de Tourette: ¿En qué consiste?

síndrome de tourette

Síndrome de Tourette: ¿En qué consiste?

 

Origen del síndrome de Tourette, epidemiología y bases

En 1890 el neurólogo francés George Gilles de la Tourette, bajo instrucciones de Jean Martin Charcot, realizó estudios acerca de los trastornos del movimiento. Hizo grandes avances en este campo, y determinó en un conjunto de personas con tics y movimientos descontrolados un posible trastorno neurológico. Debido a esto, Charcot denominó este síndrome con el nombre de su discípulo.

Este síndrome de base neurológica tiene un inicio en la infancia o en la adolescencia. Se caracteriza por tics motores y vocales o fónicos involuntarios. Estos tics tienen una duración de más de un año y pueden intensificarse o reducirse.

En cuánto a la epidemiología, su prevalencia mundial es de un 1% y es más frecuente en hombres, con una proporción 3:1 frente a mujeres.

 ¿Cuáles son sus posibles causas?

La causa del síndrome de Tourette es desconocida, aunque se cree que depende de tendencias genéticas y existen varias investigaciones que muestran anormalidades en ciertas regiones del cerebro y sus neurotransmisores. También se ha puesto en evidencia una relación con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y la sensibilidad al gluten.

En un 33% de los niños esto puede ser debido a causa de un proceso autoinmune, que se ha desencadenado de una infección.

Signos del síndrome de Tourette

Los síntomas principales son los siguientes:

-Tics (movimientos involuntarios) de la cabeza, cuello, extremidades o tronco. Son frecuentes, repetitivos y rápidos.

-Tics faciales: parpadeos, contracción de la nariz, muecas.

-Tics vocales: vocalizaciones, gruñidos, carraspeos, gritos…

De manera menos frecuente puede darse:

  • -Coprolalia: uso involuntario de palabras obscenas o inapropiadas en el contexto.
  • -Copropraxia: realización involuntaria de gestos obscenos o inapropiados.
  • -Ecolalia: Repetición de las últimas palabras dichas por la otra persona, como un eco, o palabras sin contexto.

Es frecuente que junto al síndrome de Tourette aparezcan otras comorbilidades como trastorno de déficit de atención (TDAH), impulsividad, TOC etc.

Diagnóstico y tratamiento del síndrome de Tourette

El diagnóstico de esta entidad debe realizarse por un profesional de la pediatría, neuropediatría, neurología o psiquiatría.

Suele detectarse mediante la observación de los signos y el historial propio y familiar del paciente. También pueden utilizarse estudios de neuroimágenes, como la resonancia magnética, la tomografía computarizada o el electroencefalograma, para excluir otras situaciones clínicas.

En la mayoría de los casos, los tics no suponen mucho problema en la vida de la persona, sino la comorbilidad que puede existir, por lo que se debe actuar sobre ellas.

Por otra parte, algunos fármacos pueden mejorar el síndrome como los neurolépticos. La terapia conductual también enseña diferentes maneras de controlar los tics y mejorar la calidad de vida de estas personas.

En el caso de que tenga relación con la sensibilidad al gluten, deberá valorarse el cambio de dieta.

 El seguro médico de Vital Seguro cuenta con las coberturas de neurología y psicología, así como con amplios servicios médicos y el mejor cuadro clínico entre el cual elegir.

Si queréis saber más acerca de cómo cuidaros, os invitamos a consultar los artículos de nuestro blog, a conocer nuestras coberturas, y a poneros en contacto con nosotros sin compromiso.

Share:
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.